El estrés se define como una respuesta fisiológica del cuerpo a situaciones o problemas que pueden afectar negativamente la actitud o el organismo de una persona.
Cuando aparece el estrés, más personas son afectadas por hábitos poco saludables o negativos que pueden influenciar su salud bucal, tales como el uso del tabaco y el alcohol, como afirmó el cirujano-dentista Dr. David Cochran, PhD, Presidente de la Academia Americana de Periodontología. Los factores de riesgo – tabaco y alcohol – pueden influenciar el desarrollo de las enfermedades periodontales.
Un estudio publicado en el Journal of Periodontology en 2007 mostró que el estrés interfiere en la higiene bucal. 56% de los participantes del estudio afirmó que el estrés había afectado su capacidad de cepillarse los dientes y usar hilo dental.
El estrés continuo provoca la aparición de caries dentales y es la segunda causa de ellas, por detrás de la acumulación de la placa bacteriana causada por una mala higiene dental.
El estrés puede afectar la salud bucal de las personas, causando los siguientes problemas:
Bruxismo – Las personas bajo estrés pueden tener problemas que afectan la articulación temporomandibular (ATM). Bruxismo significa apretar los dientes o hacerlos rechinar sin darse cuenta, especialmente durante la noche. La presión constante sobre los dientes hace que éstos se desgasten y se debiliten, y si no se corrige a tiempo, es posible que hasta se rompan (se quiebren) o se caigan más adelante.
Éstos son algunos de los problemas que pueden ocurrir cuando el estrés está presente. Si presenta cualquiera de ellos, no deje de consultarlo con su dentista, quien podrá indicarte el tratamiento adecuado. Intente aligerar el estrés ingiriendo una dieta saludable, durmiendo el número de horas necesarias por la noche y ejercitándose para reducir la ansiedad y la tensión consecuentes del estrés. Tómese las cosas con calma y respire profundamente.