¿Sabes si tienes mal aliento?

La mayoría de las personas desconocen el hecho de que tienen mal aliento, o "halitosis" como le llaman los profesionales de la salud dental a esta enfermedad. En realidad, una de cada cuatro personas tiene mal aliento y algunos estudios han reportado que, aproximadamente, el 50 por ciento de la población adulta padece de este mal.

La halitosis puede indicar enfermedades, la boca es un caldo de cultivo de bacterias. Por ello cuidar su aseo mediante hábitos higiénicos y dietéticos es fundamental.
El mal aliento es un problema que se intensifica con el estrés, los trastornos de los senos paranasales, las llagas bucales, caries, infecciones de encías y por el tabaco. Incluso puede ser resultado del exceso de sequedad en la boca. Se ha dicho también que el mal aliento puede producirse por los gases absorbidos del intestino y liberados a través de los pulmones.
Pero, generalmente, el origen del mal aliento suele estar en una superabundancia de bacterias productoras de compuestos sulfatados volátiles, de muy mal olor. En muchos casos, las culpables son los millones de bacterias que viven en la boca. Éstas inducen la formación de placas dentales, una película de material pegajoso con bacterias que se forma en el diente.
La falta de higiene dental, caries, incrustaciones, coronas mal selladas y las dentaduras postizas, pueden influir y aumentar el riesgo de la creación de placa bacterial. Estas bacterias crecen en los carbohidratos y proteínas en la boca que proceden de la dieta. Producen ácidos y una sustancia conocida como compuestos de sulfatados volátiles (VSC).
Tipos de mal aliento
A veces, el tipo de olor es síntoma de problemas muy concretos.
Por ejemplo, el “olor a podrido” puede indicar un deterioro dental, restauraciones inservibles (con filtracion), enfermedad de las encías o sinusitis.
Un “olor afrutado” podría ser síntoma de diabetes mellitus.
El “olor a queso” en un niño suele avisar de la presencia de un cuerpo extraño en su nariz.
Un olor a orina puede ser síntoma de fallo renal.
Otras causas del mal aliento incluyen condiciones de origen médico o químico. Por ejemplo la disfunción del hígado, la enfermedad pulmonar y la enfermedad respiratoria (las infecciones del pulmón).
Hay también medicamentos que pueden causar malos olores, La sequedad en la boca puede estar provocada por más de trescientos fármacos, entre los que se cuentan antidepresivos y antihistamínicos.
Un problema social
Muchos millones de personas atribuyen una gran importancia al aspecto social del mal aliento. Las personas que sufren de mal aliento pierden la confianza en sí mismos. Viven con un miedo constante de ofender o molestar a otras personas. Es una situación agotadora que disminuye la calidad de vida.
Muchas veces puede parecer un mal menor que no afecta para nada a quien lo padece, pero que molesta a terceros y resulta, en definitiva, muy perjudicial para las relaciones personales. El mal aliento suele ser insoportable para todos menos para quien lo padece. La explicación a este hecho radica en que las células nasales capaces de detectar el olor acaban por no responder al constante flujo de efluvios fétidos.
Como combatirla
En el tratamiento de la halitosis se pueden corregir o extirpar las causas orgánicas.
Hay una serie de remedios, entre estos se pueden destacar los siguientes:
Mantener una higiene bucodental adecuada. Hay que cepillarse los dientes tras cada comida sin excusa. Pero no sólo cepillarse los dientes sino también la lengua y las encías.
Acudir al dentista para eliminar el sarro y para descartar cualquier indicio de caries y enfermedad periodontal minimo cada 6 meses.
Utilización de hilo dental para los espacios interdentales. Es esencial su empleo diario, así como la visita al dentista dos veces al año. También existen rascadores para eliminar las bacterias de la lengua.
No fumar. El tabaco provoca mal aliento y es el principal factor de riesgo patológico evitable.
También provoca halitosis el consumo del alcohol. Si se bebe hay que hacerlo con moderación y, si es posible, con alimentos de por medio. Asimismo hay que reducir el consumo de azúcares y dulces.
Consumir grasas con moderación. En personas con retraso en el vaciado del estómago pueden producirse ácidos grasos y volátiles, y favorecen el mal aliento. Hay alimentos potencialmente favorecedores de la halitosis, como el ajo o la cebolla.
No permanecer muchas horas sin ingerir alimentos. Es recomendable tomar una manzana entre comida y comida. Es importante aumentar el consumo de verduras crudas que ayudan a proteger las encías.
También hay que beber agua para mantener oxigenada la boca.

En niños
La halitosis es un problema relativamente frecuente en la población infantil. Generalmente se atribuye a una higiene deficiente de la cavidad bucal y de sus piezas dentarias. No hay que restarle importancia porque puede ser el aviso de algún trastorno orgánico. Estos pueden ser afecciones como la estomatitis, gingivitis, faringoamigdalitis, rinitis o sinusitis.
Si un niño pequeño presenta mal aliento, y es sano hasta el momento de percibir ese mal olor, habrá que pensar en la posibilidad de que tenga introducido algún cuerpo extraño en sus fosas nasales. Si es así no hay que extraerlo. En su intento se podría introducir aún más. Llevar al niño al médico es lo aconsejable.
Si no es este el caso, la raíz del problema esta en una inadecuada higiene bucal. Una visita al dentista puede verificarlo.

Dra. Tania Roman Guzzi

Ced. Prof. 6184301

Estamos para servirte en:

Calle Morelos No. 548 altos
entre Carranza y 18 de Marzo
Tuxtepec, Oaxaca
Telefono: (01-287) 875-0145